En estos días de fiesta y trabajo en el heroico pueblo de Cayo
Escuché en la emisora Ecos de Sagua, del hermano municipio, una entrevista que le hicieron a algunos oficiales del ejército rebelde. Alden Nigt, destacado actor de la radio y la televisión cubana fue el encargado de realizar dicha entrevista, y el gran periodista saguero, Pedro Pablo Biens Carballo fue el que en ese momento la publicó. Hubo algo que me llamó la atención: de las históricas batallas que libraron los combatientes cayomambiseros se habló poco. Entonces llamé a la emisora y el periodista Maikel Cordero me dijo que para entrevistar a un combatiente había que hacer ciertas verificaciones; le dije que en la Asociación de combatientes, a la cual pertenezco, tenemos el orgullo de contar con un integrante del glorioso Ejército Rebelde que peleó al lado los oficiales que se mencionaron.
El periodista hizo la verificación y me sorprendí cuando me dijo que si yo le permitía hacer la entrevista desde la emisora a través del teléfono de mi caso; lógicamente le dije que sí. Al fin se concedió la entrevista vía telefónica.
Durante dicha entrevista escuché testimonios que me hicieron pensar que era necesario que los historiadores de la localidad debían tomar, porque hay elementos que podrían aportar a nuestra historia local. Por cierto, narró una historia que yo no conocía: “quien fuera ministro del interior, Enio Leyva, y condecorado como Hijo Ilustre de Cayo Mambí, por una delación en México, no pudo ser el expedicionario número 83. Horas antes de zarpar el yate fue apresado y por lo tanto no pudo venir“.
Chano y yo conversamos bastante luego de la entrevista y le hice una entrevista que tiene mucho que ver con el triunfo del 1ro de enero de 1959:
Chano – le pregunté- cuando tu te alzaste a los rebeldes les decían “Los Barbudos” o “Mau Mau”; Cayo mambí era un pueblo parecido al de una película del oeste, calles de cenizas y piedras, no habían aceras y como decimos, siempre hubo un antes y un después. El me responde: tu tiene mucha razón en eso del antes y el después, pero hoy podemos decir que tenemos un ahora; y fíjate, que de aquellos “Mau Mau” nació el glorioso Ejército Rebelde que logró la liberación de nuestro pueblo, y fíjate qué contraste, te aseguro que a cualquier joven de esos que están trabajando con amor, por que saben que esas escalinatas o pasillos que unen a la clínica, la funeraria y el Sectorial de Educación, donde ellos van a conversar a la luz de la luna, con sus novias o esposas, antes del triunfos no podían hacerlo, no porque estas vías no existieran, sino porque al frente había un cuartel en el cual existía una ametralladora apuntando al pecho de nuestro pueblo.
Bueno Chano – le digo a modo de despedida – hemos conversado algo, pero como hablamos de “casquitos” y ametralladoras, quisiera que tu me dijeras, en pocas palabras, de un crimen inomioso que cometió un cabo de la dictadura, en este pueblo, en julio del 58. Me contesta: seguro que tu me preguntas por el crimen que se cometió con los hermanos Chacón, primero te diré que en cualquier confrontación bélica, donde nuestro país estaba envuelto en la guerra, la emboscada es una forma de sorprender al enemigo. Eso fue lo que pasó con dos soldados. Los rebeldes le hicieron una emboscada, sorprendieron a uno y el otro logró escapar, luego los rebeldes incorporaron a la tropa fusiles, los cuales sirvieron para la lucha. Como represalia, los “casquitos” bajaron del cuartel, localizaron a los dueños del bar, que eran los hermanos Chacón, incluso, el hermano mayor no se encontraba en el lugar de los hechos y cuando llegó preguntó qué pasaba con su hermano, y dijo con estas palabras que él iba a donde iba su hermano . La casa
Autor: Armel Calderón Aldana
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